La ambiciosa iniciativa del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, conocida como el referendo por las regiones, fracasó en el Senado, en un movimiento que expuso una profunda división dentro del Centro Democrático. A pesar de haber recogido más de dos millones de firmas, el proyecto fue hundido en su primer debate, aparentemente por una orden directa del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Según fuentes cercanas a la Silla Vacía. Uribe habría dado la instrucción a las senadoras María Fernanda Cabal y Paloma Valencia de votar en contra o de ausentarse durante la votación. Este hecho ha generado un gran resentimiento en el gobernador Rendón, quien calificó lo sucedido como un acto de «fuego amigo». En sus propias palabras, «me da mucho dolor que esto pase por cuenta del propio partido».
Las razones detrás del fracaso
El referendo, que buscaba que los departamentos se quedaran con los impuestos de renta y patrimonio para fomentar la descentralización fiscal, contaba con el respaldo de varios políticos y precandidatos de diferentes partidos. Sin embargo, su destino fue sellado por la ausencia de las dos senadoras uribistas en el momento crucial de la votación.
Aunque Cabal negó haber recibido la orden de Uribe, su ausencia en la votación fue determinante. Por su parte, Valencia, quien en debates previos había expresado sus dudas, pero se había comprometido a votar a favor, cambió su postura sin dar mayores explicaciones, lo que aumentó la percepción de un sabotaje interno.
Este revés político deja en evidencia las tensiones entre la cúpula del Centro Democrático y el gobernador Rendón, considerado una de las figuras con mayor proyección del uribismo. El incidente recuerda las fricciones que Uribe tuvo con su sucesor, el expresidente Iván Duque, y confirma que el distanciamiento entre el líder histórico y las nuevas figuras del partido es una realidad.