El dictamen de Medicina Legal que concluyó que Valeria Afanador, de 10 años, murió por ahogamiento, ha intensificado las investigaciones sobre su trágica desaparición. El informe forense ha reavivado las dudas sobre la seguridad del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles en Cajicá, y ha llevado a la Gobernación de Cundinamarca a continuar con el proceso administrativo sancionatorio contra la institución.
El gobernador Jorge Emilio Rey expresó su preocupación, destacando que el informe forense sugiere que la muerte de Valeria ocurrió el mismo día de su desaparición. El mandatario enfatizó la necesidad de investigar cómo la menor pudo salir del colegio y acercarse al río Frío, donde su cuerpo fue encontrado el 29 de agosto.
La familia de la niña, liderada por su padre Manuel Afanador, también exige respuestas. Ellos insisten en que Valeria «no salió sola del colegio», a pesar de que el informe de la Fiscalía no encontró signos de violencia física o sexual. El padre de la menor, apoyado por el abogado Julián Quintana, sostiene que su hija no era de las que se aventuraban sola, por lo que una acción externa, como un empujón, pudo haber provocado su caída al agua.
Mientras la Secretaría de Educación de Cundinamarca investiga posibles deficiencias en la prestación del servicio educativo, la Fiscalía continúa trabajando para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de la menor.
