La tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos escaló hoy con el anuncio de la canciller Rosa Yolanda Villavicencio, quien confirmó que ha renunciado a su visa estadounidense como un acto de respaldo al presidente Gustavo Petro, a quien el gobierno de Donald Trump le revocó el visado el pasado viernes 26 de septiembre.
La decisión de Washington contra el mandatario colombiano se produjo tras sus «acciones imprudentes e incendiarias» en Nueva York, donde participó en marchas y, según reportes, instó a soldados estadounidenses a «desobedecer la orden de Trump» y a «obedecer la orden de la humanidad».
La canciller Villavicencio utilizó su cuenta oficial en X (antes Twitter) para comunicar su postura, calificando la acción de EE. UU. como un ataque a la dignidad nacional:
Es un acto de dignidad frente a la inaceptable decisión de revocar el visado al Presidente de Colombia. Nuestra soberanía no se arrodilla. Colombia se respeta», escribió Villavicencio.
Este gesto de la ministra de Relaciones Exteriores, quien asumió el cargo en julio de 2025, es interpretado como una firme defensa institucional de la soberanía en medio de la polarización política internacional.
El presidente Petro, por su parte, ya había minimizado la revocación de su visado, señalando que, al ser ciudadano europeo, puede viajar a Estados Unidos con el programa ESTA, reiterando que se considera una «persona libre en el mundo».
La renuncia de la canciller profundiza la crisis bilateral, especialmente después de que, en los últimos meses, Villavicencio ya había adoptado posturas críticas, denunciando las presiones de EE. UU. en temas migratorios y criticando la presencia militar estadounidense en el Caribe. Se espera un pronunciamiento oficial de Colombia en los próximos días sobre las posibles repercusiones en la relación con Estados Unidos.