Una obra, que se convierte en un proyecto piloto en Colombia para mitigar las inundaciones, fue inaugurada el martes 22 de septiembre de 2025 en el caño La Balsa y otros espejos de agua del corregimiento El Chiquí, municipio de San Bernardo del Viento, al norte del departamento de Córdoba.
La obra fue realizada con 230 mil euros (mil millones de pesos aproximadamente), provenientes de la Unión Europea a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional. El proyecto fue presentado por el Ministerio de Ambiente y los dineros los administró el Fondo Acción.
En las actividades participaron, además, la Junta de Acción Comunal, la Asociación de Mangleros y Agroachi. Todas esas organizaciones de la población de El Chiquí.
Los trabajos consistieron en la extracción manual de sedimentos, malezas y toda clase de objetos que eran arrojados a dichos lugares por parte de la comunidad. Entre los residuos fueron recogidas 120 toneladas de desperdicios como plásticos y otros materiales.
También hubo siembra de árboles de especies nativas como mangles (rojo y bobo), robles, campanos, orejeros y cantagallos, a lo largo de las riberas, con el fin de proteger a esos sitios de la erosión. Asimismo, se instaló una red de monitoreo para medir y estar pendiente del estado de las aguas en temporada de lluvias.
La directora técnica del Fondo Acción, Elizabeth Valenzuela, dijo que fueron soluciones basadas en la naturaleza para prevenir riesgos de desastres naturales. Además del caño La Balsa, se llevaron a cabo trabajos en los caños Tío Pío, Indio, Correntoso, México y la ciénaga El Charcón.
Los estudios del proyecto se iniciaron a finales de 2023, en las costas Caribe y Pacífica, para encontrar un sitio adecuado, hasta que por fin se conoció a El Chiquí, y se escogió debido a que reunía las condiciones exigidas. En el mes de abril del presente año se iniciaron los trabajos y finalizaron en septiembre.
Los invitados, unas 50 personas, hicieron recorrido en 20 canoas por parte de los diez kilómetros que fueron habilitados para reducir las inundaciones en esa parte del territorio de San Bernardo del Viento.
El presidente de la Junta de Acción Comunal de El Chiquí, Manuel Enrique Mendoza Banda, expresó que los beneficios para la comunidad son bastante grandes, ya que con estos trabajos se reducen las posibilidades de inundaciones en la población, las cuales se registraban todos los años.
Otro de los beneficios fue que trabajaron más de 200 personas las cuales recibieron sus salarios. La mitad de este personal fueron mujeres, por lo que le dieron la oportunidad a ese sector que es muy desprotegido y vulnerable en diferentes comunidades.
El corregimiento El Chiquí tiene una población de 2.000 habitantes, los cuales residen en unas 300 viviendas. Estas casas están construidas con techos de zinc y otras con palma amarga. Las paredes están hechas de bloques de cemento, tabla y bahareque.
Pero los servicios públicos en la población son muy escasos. El agua solo llega los lunes y jueves, desde San Bernardo del Viento. La energía falla constantemente. Por ejemplo: el día martes 22 de septiembre, no hubo servicio desde las 7:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde.
Pero a pesar de todos estos inconvenientes, la comunidad de El Chiquí espera que, con esta obra, y la nueva etapa que acaban de emprender, tengan una nueva vida, ya que las posibilidades de que se inunden son remotas. Así podrán tener una mejor calidad de vida para bien de la comunidad.