Por Jairo Torres Oviedo
Rector de la Universidad de Córdoba
Asumir la responsabilidad de dirigir los destinos del alma máter de los cordobeses ha sido un honor y una dignidad asumida con convicción, visión y pensamiento universitario moderno. Esta labor se ha orientado a la transformación institucional, en sintonía con las exigencias del territorio, del país y del mundo.
En este sentido, pusimos en marcha una apuesta planificada y prospectiva, concebida desde la universidad como fuerza espiritual y moral que, a través de la ciencia, impulsa el desarrollo regional y nacional. Esa fuerza espiritual representa el motor del destino de nuestro pueblo y de nuestra juventud. Está encarnada en la ciencia, y en ella debe reafirmarse para no perecer. Esta es la esencia y naturaleza de la Universidad. Con esta visión hemos orientado el fortalecimiento y la transformación académica, científica y humana de nuestra institución. Hemos construido y diversificado una oferta académica de pregrado y posgrado pertinente a las demandas y necesidades del territorio. Como resultado, alcanzamos la acreditación y reacreditación institucional de alta calidad. En el ámbito posgradual, logramos consolidar 11 especializaciones, 26 programas de maestría y 7 doctorados. En pregrado, se crearon siete nuevos programas académicos, entre ellos el de Medicina. El programa de Medicina, junto con Bacteriología, Enfermería Profesional, Regencia de Farmacia, Administración en Salud y la Maestría en Salud Pública, conforman la Facultad de Ciencias de la Salud. La construcción del documento de condiciones iniciales para acceder al registro calificado del programa demandó un liderazgo planificado, con el acompañamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. Fueron dos años de trabajo continuo, apoyados en las capacidades institucionales desarrolladas en infraestructura física, tecnológica y humana, además de los convenios de docencia-servicio con la red hospitalaria de la región, que voluntariamente contribuyeron a su formalización. Sin duda alguna, estas capacidades hacen posible la creación de un nuevo programa académico para formar en Medicina a la juventud cordobesa, especialmente a jóvenes de escasos recursos económicos que habitan en zonas rurales del departamento. Por ello, de los cuarenta cupos habilitados para la primera cohorte, veinte serán asignados a jóvenes provenientes de las subregiones rurales de Córdoba, aplicando así un factor diferencial. Otra razón que justifica la creación del programa es la ubicación geográfica de la Universidad de Córdoba y las necesidades del territorio, que permiten aprovechar la casuística propia del trópico para enfocar el estudio en enfermedades infecciosas tropicales y en atención primaria en salud. Esto garantizará un desempeño idóneo del egresado en actividades de promoción, mantenimiento de la salud, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la enfermedad. Según la Organización Panamericana de la Salud, por cada 10.000 habitantes deben existir 25 médicos. Sin embargo, en América Latina persiste un déficit en la formación de médicos a mediano y largo plazo. Mientras países como Argentina, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico y Uruguay cuentan con entre 3 y 8 médicos por cada 1.000 habitantes, otros como Bolivia, Guatemala, Haití y Nicaragua tienen menos de 1 por cada 1.000. En Colombia, aunque el Ministerio de Salud y Protección Social observó un aumento en este indicador entre 2011 y 2020, aún existen disparidades regionales. En el departamento de Córdoba, según el Observatorio de Talento Humano en Salud (OTHS), en 2023 había una proporción de 15,1 médicos por cada 10.000 habitantes. Con este nuevo programa académico, la Universidad de Córdoba reafirma su responsabilidad y compromiso con la formación académica, científica y humana de la juventud cordobesa. Una educación para formar y transformar seres humanos, construyendo un presente más justo y equitativo. ¡Continuamos avanzando y transformando el territorio!