Bebé que venía con una malformación fue operado exitosamente en el vientre de su madre en la Fundación Amigos de la Salud en Montería

En un momento que pasará a la historia de la medicina fetal en el departamento de Córdoba, un grupo de especialistas en la Clínica Fundación Amigos de la Salud, llevó a cabo con éxito una cirugía fetal intrauterina para corregir una gastrosquisis a un bebé que aún permanecía en el vientre de su madre.
La gastrosquisis es una condición rara pero grave que se detecta desde la semana 12 de gestación. Consiste en un defecto de la pared abdominal del feto que permite que los intestinos y en ocasiones otros órganos salgan hacia el exterior, quedando expuestos al líquido amniótico.
La intervención, que duró aproximadamente dos horas, se llevó a cabo bajo la técnica SIMIL EXIT (Tratamiento Ex Utero Intraparto), una modalidad quirúrgica que permite intervenir al feto mientras continúa recibiendo oxigenación y nutrientes a través de la placenta.
La cirugía fue liderada por el cirujano pediatra Dr. Julio César Anicharico, con el acompañamiento del neonatólogo Dr. Daniel Palomino, el ginecólogo obstetra Dr. Iván Torres y el especialista en medicina materno-fetal Dr. Hernando Severiche. También hicieron parte del equipo el anestesiólogo Dr. Marlon Álvarez, el residente de pediatría Dr. Jesús Acosta, la instrumentadora Alejandra Sánchez y el circulante Jesús Álvarez, quienes trabajaron de manera coordinada para garantizar el éxito de la intervención.
La madre y el recién nacido se encuentran en recuperación, bajo observación médica, con un pronóstico favorable.
Tradicionalmente, la gastrosquisis se ha tratado luego del nacimiento, lo que implica un alto riesgo de infecciones, hospitalizaciones prolongadas y un pronóstico incierto. En países como Estados Unidos, el tratamiento de esta patología puede alcanzar los 150.000 dólares por caso, debido a los requerimientos quirúrgicos, de cuidados intensivos y rehabilitación. Además, la mortalidad perinatal en los casos intervenidos tras el parto puede oscilar entre el 2% y el 6%.
Por ello, el avance conseguido en Montería significa una mejora en los desenlaces clínicos, sino también una reducción importante en los costos y tiempos de hospitalización asociados a esta enfermedad.