Después de 18 años, dos hermanos vuelven a su natal Tierralta, en Córdoba.

Se trata de José Ariel Hoyos Aviles y Jorge Luis Flórez Avilez, quienes salieron en el 2007 de este municipio hacia el Cesar y cuyos cuerpos fueron recuperados en el Cementerio Alterno de El Copey.

El silencio de 18 años, cargado de dolor y de preguntas sin respuesta, se rompió en un suspiro de alivio y esperanza. La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) entregó dignamente los cuerpos de José Ariel Hoyos Aviles y Jorge Luis Flórez Avilez en su natal Tierralta, en Córdoba, donde sus padres, hijos, hermanos, primos y allegados, por fin, pudieron cerrar un ciclo de angustiosa búsqueda.

«Mis hijos eran muy cariñosos y alegres. Jorge Luis era muy juguetón conmigo, me hacía bromas que siempre terminaban en abrazos y besos. Me prometía que nunca me iba a dejar sola y decía que iba a trabajar para regalarme una casa grande, para que cuando estuviera viejita me fuera a vivir con él. A los dos les encantaba el sancocho de gallina que yo les hacía. Ahora, con ellos de nuevo acá, me siento triste y también contenta porque están en su tierra otra vez”, recuerda con la voz entrecortada Marta Avilés, madre de los jóvenes.

Los hermanos se marcharon de su casa en 2007 con la ilusión de encontrar un mejor futuro y, desde entonces, no volvieron a saber de ellos.

El padre, José Vicente, relata el largo camino que recorrió: «Mis hijos trabajaban conmigo en el campo, en Tierralta. A José Ariel lo apodamos de cariño ‘Pacheco’ y a Jorge Luis le decíamos ‘El Pelú’. Un día alguien los llamó para trabajar en el Cesar, se fueron y, desde entonces, no volvimos a saber de ellos. José tenía 21 años y Jorge, 23».

El drama de la familia se profundizó en 2014, cuando un funcionario de la Fiscalía General de la Nación los contactó, les mostró fotos y documentos. «Ellos estaban muertos, los habían asesinado en esa zona», recuerda José Vicente. Con desesperación, el padre se fue a buscarlos: llegó a Valledupar y luego se trasladó al municipio de El Copey, donde le dijeron que estaban los cuerpos. «No tuve más dinero y me tocó devolverme sin los cuerpos», lamentó.

La labor humanitaria que culminó con este encuentro es el resultado del incansable trabajo de la Unidad de Búsqueda, a través de los equipos de la entidad en Córdoba y Magdalena. Los cuerpos de los hermanos fueron recuperados en junio de 2022 en el Cementerio Alterno de El Copey, en el Cesar, en el marco de una medida cautelar de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

El momento determinante de esta entrega digna se dio en noviembre de 2024, cuando la familia presentó la solicitud de búsqueda de Jorge Luis y José Ariel y se tomaron las muestras de ADN en unas jornadas de atención realizadas por la Unidad de Búsqueda en Tierralta. En mayo de 2025, los equipos técnicos de la UBPD en el Magdalena y Córdoba se reunieron con la familia para socializar el proceso de intervención en el Cementerio Alterno de El Copey. La espera terminó en julio de 2025, cuando el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses notificó la identificación positiva de los cuerpos.

«Esta entrega digna de los cuerpos de los dos hermanos se llevó a cabo gracias a una labor articulada entre la Unidad de Búsqueda, la JEP y el Instituto Nacional de Medicina Legal”, afirmó Juan Carlos Zuleta Quiñones, coordinador de la UBPD en Córdoba. Zuleta destacó que este logro es especialmente significativo para Tierralta, uno de los municipios con más personas desaparecidas en Córdoba, con 919 casos registrados en el Universo de Datos de la entidad.