Agresión contra la alcaldesa de San Onofre, Marta Cantillo abre debate sobre violencia política en Sucre.

Un hecho de violencia sacudió la vida política de un municipio en Sucre. La alcaldesa Marta Cantillo Martínez denunció al concejal Dionicio Banquez Márquez y a su esposa por presunta agresión física, situación que no solo dejó huellas en su rostro, sino también en la confianza ciudadana hacia sus instituciones.

De acuerdo con la denuncia, la mandataria fue golpeada durante un altercado, lo que le generó incapacidad médica de 20 días. Ante su ausencia temporal, el gobierno local expidió el Decreto 107, mediante el cual la secretaria administrativa, Natalia Sofía Castillo Julio, asumió de manera encargada la alcaldía.

Más allá de los golpes: lo que se juega en la política local

El episodio ha despertado preocupación en la comunidad y en diferentes sectores sociales, que ven en este caso un síntoma de la violencia política que aún persiste en el país. En lugar de debate y concertación, la confrontación se trasladó al plano físico, enviando un mensaje negativo sobre la forma en que se están resolviendo las diferencias en los escenarios públicos.

La agresión contra la alcaldesa no es solo un hecho personal: es un golpe a la democracia local, que exige respeto, garantías de seguridad y espacios para el diálogo.

Una reflexión necesaria

La política debería ser un escenario de ideas y acuerdos, no de ataques. La situación vivida por la alcaldesa Cantillo invita a repensar el papel de los liderazgos municipales y la responsabilidad ciudadana frente a la convivencia democrática.

Mientras avanzan las investigaciones, la comunidad espera que este hecho no quede solo como una anécdota de confrontación, sino como una alerta para fortalecer la cultura del respeto en la vida pública.