Región Caribe: 199 municipios, un mismo propósito

Por Carlos Ordosgoitia Sanin
El territorio del Caribe colombiano, vibrante y diverso, con sus ocho departamentos y 199 municipios, representando el 11.6% del territorio nacional, se ha constituido en un atesorado polo de desarrollo para el país, sustentado sobre una base económica variada en donde se destacan principalmente la agricultura, ganadería, minería, industria, turismo y trasporte marítimo, este último conectando al país al comercio exterior a través de los puertos marítimos del mar caribe.
La riqueza cultural de nuestra valiosa y bella región está caracterizada por la mezcla de culturas indígenas, africanas y europeas, así como su estratégica ubicación geográfica y sus recursos naturales, lo que la convierten en una joya del país. Sin embargo, para que la región brille con todo su esplendor y se convierta en el motor económico que Colombia necesita, es imperativo que enfrentemos los desafíos de seguridad que la aquejan. Garantizando así la tranquilidad de sus habitantes y sentar una base fundamental para el desarrollo económico y social.
El primer paso para fortalecer nuestra Región Caribe es mejorar la lucha contra el narcotráfico y las bandas criminales. La cooperación interinstitucional y el fortalecimiento de la inteligencia son claves para desarticular estos grupos. Además, se hace necesaria una presencia visible y continua de la fuerza pública, especialmente en zonas estratégicas utilizadas para el tráfico de drogas y contrabando.
Controlar las rutas marítimas y fluviales es esencial. Estas vías no solo conectan la región con el resto del país y el mundo, sino que desafortunadamente son utilizadas por organizaciones delictivas. Es imperiosa la desarticulación de redes de lavado de activos que operan tanto en el sector turístico como en el inmobiliario, tarea prioritaria que ayudará a sanear la economía.
El fortalecimiento de la Policía Metropolitana en Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y Montería garantizará que las comunidades urbanas y rurales sean espacios seguros, para lo que es indispensable la coordinación con cada uno de los municipios, logrando que las acciones y estrategias de inteligencia y seguridad se extiendan hasta el último rincón de la región, con la implementación y uso de tecnología avanzada en vigilancia para mejorar la capacidad de respuesta de nuestras fuerzas policiales.
Prevenir el delito juvenil es vital. Lo que se debe realizar a través de estrategias centradas en educación y empleo, brindando a nuestros jóvenes oportunidades reales que alejen sus vidas del crimen.
Resulta de vital importancia brindar seguridad rural, la cual nunca debe ser olvidada ni descuidada. Por ello se hace necesario lograr una mayor presencia en áreas rurales afectadas por grupos armados, asegurando que las familias que dependen de la agroindustria y los recursos mineros no sean víctimas de extorsión ni desplazamientos forzados.
En nuestras fronteras, particularmente con Venezuela en La Guajira, es fundamental implementar estrategias de seguridad y colaboración binacional. Las tres fuerzas armadas deben trabajar conjuntamente para asegurar que estas áreas no se conviertan en pasajes para el crimen transfronterizo.
Estoy seguro de que logrando poner en marcha un plan riguroso de seguridad en nuestra región lograremos la construcción de un Caribe seguro y próspero, para lo que también es fundamental que todas las comunidades se unan en este empeño. Estoy plenamente convencido que la seguridad es el primer eslabón de la democracia y, con ella, nuestro potencial económico y social no conocerá límites.
Los 199 municipios de la Región Caribe son más que un número: son la esperanza de un mañana pleno y lleno de grandes oportunidades. Unidos, podremos lograr que nuestra región sea vista como un símbolo de resiliencia y progreso, donde la seguridad y el desarrollo económico vayan de la mano. Juntos debemos forjar un futuro brillante, donde cada rincón del Caribe brille con el potencial de su gente, para transformar nuestras comunidades en motores de cambio, y escribiendo la nueva historia de un Caribe renovado, fuerte y capaz de afrontar cualquier desafío.