El ‘superbanco’ que piden que preste plata para no usar los recursos ahorrados en bancos privados

La discusión sobre la propuesta de las inversiones forzosas sigue siendo el tema central en la economía colombiana. Sobre todo, después de que la conversación se politizara y se comenzara a hablar de que iban a expropiar los recursos de los ahorradores en los bancos privados. Uno de los más críticos ha sido el expresidente Iván Duque, quien ha publicado varias veces en su cuenta de X que las inversiones forzosas son el inicio de la expropiación y ambientó su post con un video del fallecido Hugo Chávez.

No obstante, varios economistas reputados como José Ignacio López, de Anif y dicho que el riesgo de la expropiación con este mecanismo en el que insiste el Gobierno es irreal, aunque sí alertan que no es la mejor opción por los efectos nefastos que trae sobre el sector financiero, entre los que se cuentan el encarecimiento de las tasas de créditos, menores retornos en inversiones como CDT, y en últimas, la crisis de insolvencia por falta de pago.

Incluso, Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) y mano derecha del presidente Gustavo Petro, dijo que es falso que el gobierno quiera expropiar los bancos privados.

En vista de cómo se ha dado el rifirrafe en redes sociales, hay economistas que han propuesto que el conglomerado financiero público, el Grupo Bicentenario, que fue ratificado como tal por la Superintendencia Financiera hace tan solo días, sea el responsable de apoyar la reactivación con créditos a sectores productivos, pero lejos de usar los recursos ahorrados en los bancos privados.

José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda de Petro y profesor de la Universidad de Columbia, publicó que “Hay otros mecanismos más apropiados, utilizando el Grupo Bicentenario para fomentar el apoyo a la economía popular y a los sectores que se quieran promover”, en lugar de las inversiones forzosas, con lo que está en desacuerdo.

La noticia de la ratificación del Grupo Bicentenario en calidad de conglomerado financiero significa la creación de una especie de ‘superbanco’ público que reúne a 13 entidades financieras públicas o mixtas, con cerca de $183 billones en activos totales, de los cuales $126 billones son propios y $57 billones son administrados.

Esto significa que es el cuarto conglomerado financiero más grande del país, con el que puede competirle al Grupo Aval, Grupo Bancolombia y al Grupo Bolívar.