Médicos comparten experiencias sobre maltratos en su ejercicio profesional

Especialistas y médicos residentes han compartido sus historias y demandado que situaciones como el suicidio de la estudiante residente de la Javeriana, Catalina Gutiérrez, no se repitan. Mediante videos, cartas, publicaciones y fotos, médicos han relatado experiencias personales de acoso y maltrato para decir “basta” a la presión y abuso hacia los residentes.

El doctor Carlos Jaramillo, especialista en Medicina Funcional, contó su experiencia: “En honor a ella, narro cómo estas personas destruyen los sueños de otros. Tenía un compañero que también se retiró y se fue a otra universidad. Había días en los que el acoso era tal que lo encontrábamos golpeándose la cabeza contra los lockers y llorando”.

Jaramillo explicó que el maltrato se disfraza elevando la carga académica y haciendo preguntas que solo alguien en cuarto año debería saber, haciendo parecer que los estudiantes de primer o segundo año son incompetentes. Compartió su experiencia de malos tratos por parte de docentes y superiores durante su residencia en Bogotá, incluyendo humillación pública y jornadas laborales de más de 24 horas.

“La privación de sueño, el exceso de trabajo y el acoso afectan el cerebro”, afirmó Jaramillo. Además, mencionó problemas por ser zurdo: “Mis profesores me pegaban en las manos para que operara con la derecha, lo cual perjudicaba mi curva de aprendizaje y al paciente”.

Más voces se han unido a la de Jaramillo, compartiendo sus propias historias y utilizando las redes sociales para ser escuchados. La médica Diana Nossa recordó: “Podía pasar hasta tres días sin dormir por castigos, me asignaban turnos de castigo seguidos por algo tan simple como ir al baño”.

A pesar de ser responsables de la vida, muchos médicos sienten que la presión los supera y son víctimas de maltrato, lo que afecta su salud mental. El médico Sebastián Quintero expresó: “Durante nuestra formación, muchos hemos experimentado maltrato emocional, psicológico y físico, e incluso abuso sexual”.

La reflexión en redes sociales es clara: ¿hasta qué punto se puede permitir el abuso y maltrato en la búsqueda de un título médico?