Niños Emberá Katío desplazados por la violencia, piden regalos a Papá Noel
Además de que no cuentan con una vivienda digna donde residir con sus padres, los doce niños Emberá Katío, que viven hacinados en la Casa Indígena del barrio La Coquera, tampoco tendrán un juguete con que distraerse en esta temporada de Navidad.
Y si los padres no tienen para regalarles un carrito a los niños o una muñeca a las niñas, mucho menos poseen recursos para comprarles la ropa de Navidad. En estos países occidentalizados de América Latina, se acostumbra a estrenar todos los años por esta época.
Como los aborígenes existe gran cantidades niños: llámese negros y hasta blancos, además de los indígenas, que residen en la periferia de Montería, al igual en la zona rural de municipio y del departamento de Córdoba, cuyos padres no tienen las facilidades para darles los gustos, siquiera en estos días.
“Resultaría excelente que algunas personas de buen corazón de Montería o del departamento, se metan la mano al bolsillo, y le hagan algunas donaciones a los infantes nativos, que representan, y son, símbolos de los primeros habitantes que existen en estas tierras hace miles de años”, dijo un ciudadano que no quiso ser identificado.
Estos niños de la etnia Embera Katío, procedentes del Alto Sinú, viven en la mencionada Casa Indígena del barrio La Coquera, al suroccidente de Montería. Ellos, al igual que sus progenitores, piden como aguinaldo a la Alcaldía, que les arreglen la vivienda o se la cambien por otra.
Y es que vivir en el lugar es un verdadero peligro, ya que el techo y el cielo raso se están cayendo, las paredes están rajadas y el servicio sanitario funciona en malas condiciones. Lo anterior ocasiona que se registren problemas de salud entre los moradores.
Para los menores sería el mejor regalo que les puede hacer la Administración Municipal, en esta temporada de fin de año, puesto que la vivienda se encuentra en pésimo estado.
En el lugar residen cuatro familias desplazadas por la violencia en el Alto Sinú. Esa zona ha sido bastante golpeada en los últimos años por los grupos armados al margen de la ley, ya que viven en sectores del Parque Nacional Natural Paramillo en jurisdicción del municipio de Tierralta.
La Casa Indígena de La Coquera está ubicada en la calle 6 con carrera segunda, al frente donde la Alcaldía construye la denominada Universidad del Sur. A ese sector, puede llegar cualquier persona caritativa que quiera ayudar y colaborar con los mencionados infantes.
“De pronto esta nota cumple la misión de una carta al Niño Dios, la cual nunca han enviado los indígenas. Y de un momento a otro se puede presentar Papá Noel con su cargamento de regalos para los menores de edad de ese lugar”, dijo otro vecino del sector.