¿Qué tan conveniente es el proyecto del Tren Regional del Caribe?
Con los USD 3600 millones que costaría construir el Tren Regional del Caribe, se podría financiar el 70 % de los proyectos de infraestructura de toda la región que propone la iniciativa Casa Grande Caribe para superar los rezagos de desarrollo y bienestar de la región. Fue el cálculo que presentó el rector de Uninorte, Adolfo Meisel, al inicio del Encuentro por la Infraestructura para el Desarrollo y la Transformación Social de Casa Grande Caribe, desarrollado este lunes, 4 de septiembre, en el Coliseo Los Fundadores de la universidad.
“Lo que proponemos es claro: se necesita que los recursos vayan a proyectos de alta rentabilidad social y económica. Esto se logra con voluntad y con una dirigencia comprometida”, señaló Meisel y puntualizó que las obras que sugieren tendrían un valor global de USD 5166 millones de dólares.
El proyecto para conectar a Barranquilla, Cartagena y Santa Marta por vía férrea, tanto en materia de carga como de pasajeros, fue objeto de estudio por parte de los académicos de Casa Grande Caribe y fueron presentados por Julián Arellana, decano de Ingenierías de Uninorte, quien dirigió el análisis del estudio de prefactibilidad financiado por Findeter.
Como conclusiones principales, Arellana mencionó tres: existen altas incertidumbres respecto a la demanda, costos y beneficios del proyecto; los recaudos no alcanzan a cubrir los costos operacionales, por lo que se requeriría subsidio; y los costos de predios urbanos y suburbanos pueden ser mayores.
“Este proyecto va a costar tres mil seiscientos millones de dólares; es decir cinco millones de dólares, aproximadamente, por kilómetro, y el tiempo de construcción sería de unos ocho años. Lo que se plantea inicialmente es que tendría una capacidad de 400 pasajeros. En una región con tantas necesidades apremiantes, ¿vale la pena seguir invirtiendo en este proyecto?”, indicó Arellana.
En términos financieros, el experto enfatizó en el déficit de cuatro billones de pesos que presenta el proyecto, los que deberían ser cubierto a través de subsidios. Si bien el tren busca contribuir a la intermodalidad, al aumento de la red férrea a nivel nacional y, por supuesto, a integrar territorios, no se puede desestimar que el país le está apostando a otros proyectos que también buscan beneficiar la intermodalidad, como el aprovechamiento del río Magdalena, que es una estrategia de alcance nacional.
La propuesta del tren consta de 17 estaciones de pasajeros y 18 estaciones de carga. Inicialmente, no se contempla la conexión de pasajeros con el corregimiento Las Flores de Barranquilla, como se había planteado dentro del trazado original. En términos de pasajeros, hay conexión con las terminales de Soledad, Cartagena y Santa Marta, lo que implicaría costos y tiempos asociados para los usuarios que no están contemplados en los estudios de prefactibilidad. En términos de carga se aspira a mover 4,6 millones de toneladas.
Posterior a la presentación de Arellana, el exministro y actual director de la RAP Caribe, Amylkar Acosta, hizo algunos comentarios sobre el proyecto del tren ligero. “Se sobrestima el movimiento de carga, que en nuestra región es más radial que transversal. Del centro a los puertos y de los puertos a los centros, pero poca movilización de carga regional”, indicó Acosta.
En esta ocasión, los estudios de Casa Grande Caribe se realizaron con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe CAF, e incluyeron la voz de la sociedad civil, que participó en coloquios realizados en toda la región entre julio y agosto.