La fórmula de Salín Ghisays, para la Alcaldía de Montería y Carlos Gómez, para la Gobernación de Córdoba, fue parecida a una de agua y aceite. Y peor aún, cuando el primero no simpatizaba mucho, con el apoyo del expresidente y senador, Álvaro Uribe Vélez.

Al menos, eso aseguran analistas políticos consultados por Entre Ríos.co, quienes además piensan que fueron varios los factores que incidieron para que uno perdiera la Alcaldía y el otro la Gobernación en las elecciones locales del 27 de octubre pasado.

En cuanto a la Alcaldía de Montería, uno de esos especialistas dijo que la política es cambiante. Además, es dinámica como dijo el exministro Sabas Pretelt, cuando se refirió a Uribe Vélez que aspiraba a la reelección, luego que cuatro años atrás había criticado esa misma figura para mandatarios seccionales.

Y esos términos se aplican para el caso de Montería. El grupo del alcalde Marcos Daniel Pineda García, va a cumplir 12 años de estar en el poder, desde el primero de enero de 2008 cuando él, (Pineda García) asumió como el primer Mandatario de ese sector en la Alcaldía.

“A ese grupo le empieza el desgaste -dijo uno de los consultados- cuando Pineda García, en su segunda administración, comenzó a incumplir con algunas de sus promesas como Agrópolis, uno de sus programas banderas para la zona rural. Además de eso, hubo poca atención a la comunidad del campo, donde sufren sobre todo por la falta de agua potable”.

“Y si eso ocurrió en el campo, en la zona urbana ni se diga. Hubo incumplimiento de algunas obras ejemplo: (Mercado del Sur, Ronda del Sur y Puente sobre el río Sinú a la altura de los barrios Santa Fe y Rancho Grande, entre otras”, dijo el entrevistado.

Otro factor es que en el 2017 y 2018, en la campaña para Congreso, muchos líderes del grupo de la Casa Burgos, se apartaron de Marcos Daniel, según ellos, por algunos incumplimientos. A esos mismos líderes, trataron de recuperarlos en la pasada campaña, pero a pesar de los ofrecimientos, no cedieron.

“Esas personas son quienes se fueron con el entonces representante David Barguil Assís, que había proclamado su nombre para el Senado de la República. Ese personal, además de la comunidad, cansada de escuchar promesas incumplidas, lideraron el proceso para llevar a Carlos Ordosgoitia la Alcaldía de Montería”, otro de los consultados.

“Cuando Salín Ghisays fue secretario de Gobierno de la actual administración, arremetió contra los vendedores ambulantes y estacionarios de Montería, y ese es un sector vulnerable. Ahí empezaron a cobrársela”, dijo otro de los entrevistados. También las personas que tienen motocicletas sufrieron en esa época.

A pesar de que Ghisays hizo varias reuniones y presentaciones con artistas cuyos llenos fueron a reventar, resultó perdiendo la Alcaldía. Dicen los entendidos que es una de las campañas que más plata ha gastado en las últimas aspiraciones a la Alcaldía.

“Pero también la arrogancia del grupo del alcalde de creerse los dueños de Montería, de sentirse ganadores tanto de la Alcaldía de esta localidad como de la Gobernación de Córdoba, pudo ser otro de los motivos de la derrota de la Casa Burgos o Pineda García. Esas acciones que las cobra gente”, reiteró otro de los consultados.

Qué pasó con Carlos Gómez

Los politólogos consultados piensan que Carlos Gómez mientras tenga el estigma del exgobernador Alejandro Lyons Muskus, será difícil que gane cualquier cargo por elección popular. “Siempre cargará ese lastre”, dijo uno de los que opinaron.

Además, Gómez ha sido un hombre un poco camaleónico. Primero, siendo conservador, llegó a la Gobernación como secretario de Lyons, por el Partido de la U; luego aspira a la Gobernación por Cambio Radical y termina en las toldas del Centro Democrático, movimiento del expresidente Uribe que viene en decadencia.

Gómez, él solo, sin contendor, hizo campaña casi durante un año. Como era el único precandidato con aval, se convirtió en el que más sonaba. Estaba solo en la plaza.

Tres meses antes de las elecciones, cuando Orlando Benítez Mora, empieza la campaña. Arranca parejo con Gómez, si se tiene en cuenta los grupos políticos que apoyaban a cada quien. Pero Gómez, con todo el tiempo que llevaba en campaña, ya había llegado a su techo.

Mientras tanto, Benítez, que acababa de obtener el aval del Partido liberal, comenzó a generar simpatías y a subir. Eso se debió a que Benítez era un candidato más fresco y sin problemas como los que afectaban a Gómez. Benítez, generaba más confianza.

Apenas se inician los tres meses de campaña de Benítez, se empieza a sentir un fervor popular. Ejemplo: un campesino del Bajo Sinú dijo lo siguiente “A mí, me penen en una balanza a Benítez y a Gómez, y yo voto por Benítez todas las veces.

Dicen que en la política nadie se muere por muy dura que sea la pérdida y puede resucitar de un momento a otro. En el caso de Salín Ghisays, está joven, es la primera vez que pierde, puede volver a aspirar. Pero a Carlos Gómez si le va a quedar difícil levantar cabeza, después de una tercera derrota.