Tras 21 años de búsqueda, una familia de Granada (Antioquia) recibió el cuerpo del abuelo Juan Rafael, asesinado y desaparecido forzadamente por miembros del Ejército Nacional

Juan Rafael Giraldo Berrío, campesino de Santa Ana, corregimiento de Granada, Antioquia, fue desaparecido forzadamente el 15 de abril de 2004 por miembros del Ejército Nacional.
Su cuerpo fue recuperado en abril de 2024 por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en el cementerio de Cocorná, donde estaba inhumado como no identificado.
El pasado 17 de marzo, su esposa, hijas y nietas recibieron el cuerpo de Juan Rafael, identificado por Medicina Legal mediante cotejo de ADN, para darle digna sepultura.
Ante la JEP, antiguos miembros del Batallón de Artillería No.4 Coronel Jorge Eduardo Sánchez Rodríguez (BAJES), han reconocido su participación en el asesinato y desaparición forzada de Juan Rafael, en el marco del Caso 03, que investiga los asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate por agentes del Estado.
En febrero pasado, la Sala de Reconocimiento de Verdad, a través del Auto de Determinación de Hechos y conductas No.05 imputó por crímenes de guerra y lesa humanidad a 39 integrantes de la IV Brigada y a dos civiles. Esta decisión esclareció el asesinato y la desaparición forzada de Juan Rafael, junto con otras 441 víctimas determinadas en todo el departamento de Antioquia entre 2004 y 2007.
Juan Rafael Giraldo Berrío era campesino. Vivía con su familia en la vereda El Empalme, corregimiento Santa Ana, en el municipio de Granada. Allí cultivaba café, yuca, plátano y caña. La mañana del 15 de abril de 2004, cuando iniciaba la molienda de caña en el trapiche de su finca, miembros del Batallón de Artillería No.4 Coronel Jorge Eduardo Sánchez (BAJES) del Ejército Nacional, se lo llevaron a pesar de los reclamos de sus nietas que se encontraban con él. Esa fue la última vez que su esposa e hijas lo vieron con vida. Pasaron 21 años de incertidumbre hasta que la Unidad de Búsqueda les informó el hallazgo y les anunció que, al fin, podrían darle una sepultura digna.
La entrega digna tuvo lugar en el Jardín Cementerio Universal de Medellín, con la participación de la directora de la Unidad de Búsqueda, Luz Janeth Forero Martínez, y la magistrada de la JEP, Catalina Díaz Gómez, relatora del Subcaso Antioquia del Caso 03, que investiga los asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado. Allí, familiares y amigos se reunieron para despedir a Juan Rafael, rendirle un homenaje y comenzar a atravesar el duelo que la desaparición forzada y el conflicto armado les habían negado.
En la ceremonia religiosa se congregaron más de treinta integrantes de la familia Giraldo Berrío. Con fotografías, carteles, camisetas y cartas dignificaron la memoria de Juan Rafael como una forma de reparar el daño que causó su desaparición. “A mi mamá y a mí nos tuvieron retenidas apuntándonos con un fusil, se llevaron a mi papá para arriba, para la carretera, donde estaban mis otros sobrinitos. No volvimos a saber de mi papá hasta cuando salió en las noticias como guerrillero, pero él no pertenecía a ningún grupo armado. Él era un campesino. Después de eso, nos tocó desplazarnos», relató Diana Giraldo, su hija.
La búsqueda de Juan Rafael fue liderada por su nieta Maribel, quien presenció su desaparición cuando apenas tenía 13 años. “Decidí buscarlo porque eso es algo que le nace a uno del corazón, no podía dejarlo, como dice el dicho, tirado por ahí», dijo durante la entrega digna. Con el apoyo del Grupo Jurídico de Antioquia, fue ella quien contactó a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas para realizar la solicitud de búsqueda en el caso de su abuelo. Maribel también rindió testimonio ante la JEP en audiencia pública de observaciones de víctimas, celebrada en Carmen del Viboral el 4 y 5 de marzo de 2024.
El Plan Regional de Búsqueda del Oriente Antioqueño abarca 23 municipios y tiene un universo de 3.227 personas desaparecidas. En todo el departamento la cifra asciende a 25.728, mientras que en Colombia el registro alcanza las 124.734 personas desaparecidas.