Trump II: un desafío a la prensa

Por Orlando Benítez Quintero

La reelección de Donald Trump ha puesto a buena parte de la prensa mundial en jaque. Con una victoria arrasadora que le aseguró los colegios electorales, el voto popular y las mayorías en el legislativo, Trump desafió encuestas y dejó a grandes medios en crisis. The New York Times tituló “Vuelve la tormenta Trump”, subrayando la incertidumbre que rodea este nuevo mandato, mientras The Washington Post no evitó la ironía: “Trump triunfa”. El Tiempo en Colombia hizo eco de la preocupación general con: “Trump regresa y el mundo espera en vilo”, mientras Clarín en Argentina lo llamó “Un regreso explosivo”.

Este resultado electoral ha abierto nuevamente un fuerte debate sobre el papel de los medios y cada vez las voces son más crudas. El analista Ricardo Pardo dijo en Caracol Radio: “la prensa debe renovarse si no quiere seguir siendo el blanco de la desconfianza. La victoria de Trump subraya el poder de las redes y de los mensajes directos”. La reacción en Estados Unidos también ha sido intensa. En el podcast The Daily Wire, Matt Walsh afirmó que los “medios tradicionales han muerto”, al señalar que la elección de Trump prueba que la mitad de los votantes ya no confía en la prensa tradicional para informar.

Analistas de medios por todo el mundo concuerdan en que esta victoria podría ser una sentencia para los modelos informativos tradicionales. Como lo publicó la revista New York, “si la mitad del país votó por Trump, es porque no están leyendo estos medios, y eso nos obliga a replantearnos nuestro rol”. Esta opinión es compartida en Europa: Le Monde describió el regreso de Trump como “Una era de incertidumbre”, mientras Libération criticó “La desconexión” de la prensa con una “América nostálgica”.

En esta nueva era, la prensa enfrenta un dilema inevitable y que ya hemos reiterado en estas columnas: adaptarse o perder relevancia. Es evidente que la comunicación política se está moviendo hacia espacios como los podcasts, menos formales y más directos, donde figuras como Trump y Harris logran llegar al público sin filtros. En lugar de formatos rígidos, los medios deberán optar por la cercanía y un lenguaje sin intermediarios. El reto ahora es volver a conectar con una audiencia desconfiada y volátil que cada vez depende menos de los grandes medios.

El regreso de Trump promete mantener esa tensión latente entre él y la prensa. La pregunta para los medios no es solo cómo cubrirán este mandato, sino si serán capaces de renovar su relación con el público o si el “huracán Trump” los dejará en el pasado.