Un mes después, se conoce la identificación de la cuarta persona de la masacre de El Cerrito, en Montería.
Al cumplirse un mes de la masacre e incineración de cuatro personas dentro de una camioneta en el corregimiento El Cerrito, en las afueras al suroriente de Montería, se conoció la identificación del cuarto hombre que iba en el vehículo.
Se trata de Germán Alberto Varona, quien era escolta y procedía de Barranquilla. Este, junto a su compañero Yoneth Enrique Polo Collazos, se dirigieron de Barranquilla a Montería en una camioneta marca Toyota TXL con placas NDT-576 con matrícula de Bogotá a recoger a dos comerciantes el 29 de octubre pasado.
Uno de los comerciantes era Martín Erith Ríos Figueroa, natural de Medellín, quien sería primo hermano de ‘Marquitos’ Figueroa. Según las autoridades este último es un reconocido narcotraficante de La Guajira.
El otro comerciante se trataba de Harold Alberto García Angulo, de 60 años de edad. Tanto este, como Ríos Figueroa, habrían sido recogidos en Montería el 29 de octubre. Hasta el momento las autoridades desconocen cual iba a ser el destino final de los ocupantes del automotor.
No obstante, los datos obtenidos, hay que indicar que toda la investigación se ha manejado con mucho misterio y hermetismo por parte de los organismos de seguridad en la ciudad de Montería.
Lo único que dicen las autoridades policivas es que desde que ocurrieron los hechos, el director Nacional de la Policía, general William Salamanca Ramírez, nombró un grupo Élite de la Dijín para que investigara el macabro caso.
La comisión está integrada por seis agentes de la policía, los cuales están bajo la dirección de un capitán. Dicho grupo está radicado en Barranquilla y cada semana trasladan a sus hombres hasta la ciudad de Montería.
Pero a pesar de que en el lugar donde sucedió la masacre, puede haber presencia de miembros del Clan del Golfo, una fuente, que pidió reserva de su nombre, confesó que la citada banda no estaba enterada de lo que iba a suceder.
Este medio estuvo en el lugar con el fin de reconstruir los hechos. Allí en la finca Covadonga cercada con alambres eléctricos, todavía se observa una mancha negra, cenizas, vidrios y partes de los neumáticos de la camioneta donde iban las cuatro personas que resultaron muertas e incineradas.
Personas que transitan por el sector dijeron que los criminales debieron ingresar por la entrada de El Kilómetro 11, por donde queda el Centro de Orientación Juvenil, y no por el kilómetro 5 por donde es más lejos para llegar al sitio.
Por el Centro de Orientación Juvenil la vía tiene placa huella y a unos dos o tres kilómetros de carretera Planeta Rica-Montería, se halla la finca Covadonga, donde ocurrió la matanza.
Al paso por el corregimiento de El Cerrito, da la impresión de que es un pueblo fantasma, puesto que no se observa gente en las calles ni en las puertas de las casas. Se escucha un silencio sepulcral en esa localidad a unos 16 o 18 kilómetros del perímetro urbano de Montería.