El monstruo invisible que devora vida en las vías

Por: Oswaldo Marchena Mendoza.

@marchenojob

 “Hay departamentos donde los siniestros viales superan los homicidios, lo mismo ocurre en 379 municipios. Es usual hablar de homicidios y del conflicto armado, pero la seguridad vial no es una prioridad para la sociedad” Sandra Velásquez, de la CGR.

En las vías del país 8 personas de las que mueren a diario en siniestros viales son niños, niñas o adolescentes, una cifra descomunal que debería tener al país en alerta y al gobierno nacional, gobernadores, alcaldes y congresistas hablando del tema. Pero no es así; durante el mes de abril (fiesta del niño) los gobernadores y alcaldes se limitaron a celebrar eventos con niños y niñas con participación activa de la gestora social de cada municipio o departamento.

Para los niños y niñas que terminaron su vida en el asfalto no hubo una oración, o reflexión con algún mensaje. Tal vez consideran esos gobernadores y alcaldes que las tragedias viales hacen parte del día a día y que estamos condenados a vivir con ellas, a pesar que esa guerra en las vías apaga la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes.

Mary Bottagisio, directora de la Liga Contra la Violencia Vial, le quita el ropaje a un monstruo oculto que devora vidas en las carreteras: “Estamos frente a dos factores de riesgos que cobran diariamente 8 víctimas niños, niñas y adolescentes en las vías. Es la velocidad, con otro enemigo invisible del que no hablamos y no controlamos, y como decimos nosotros que es inoloro e incoloro, y es el consumo de sustancias psicoactivas diferentes al alcohol y estamos hablando de cannabis, de cocaína, de anfetaminas, de metanfetaminas, de fentanilo, que no están siendo controladas, pero que están causando el mismo daño, porque además tienen exactamente los mismos efectos del etanol”.

El efecto de psicoactivos en el SNC

Leonardo García Rincón, consultor Nacional de Salud Mental, señala los efectos de sustancias psicoactivas en el sistema nervioso central: reducen los tiempos de reacción; pueden aumentar la agresividad y comportamiento imprudente llevando a decisiones de conducción peligrosas como exceso de velocidad, maniobras agresivas o no cumplimiento de las normas de tránsito; disminuyen la coordinación, distorsionan la percepción del tiempo y del espacio, y alteran el juicio crítico y la capacidad de tomar decisiones rápidas y seguras. Algunas sustancias pueden causar somnolencia intensa o incluso hacer que el conductor se quede dormido al volante, señala.

Evelyn Degraff, de la Organización Panamericana de Salud, asegura que “el consumo de drogas ilícitas tiene un alto impacto en la seguridad vial, atribuyéndole alrededor de 50 mil muertes a nivel mundial. El alcance de este fenómeno se sigue desconociendo en la mayoría de las regiones del mundo, incluyendo la región de las Américas”.

En violencias fatales para los menores de edad en el primer trimestre de 2024, en primer lugar, están los eventos de transporte, presentando el aumento más alto de las causas de muerte violenta. El dato lo entregó Sandra Lucia Moreno Lozada del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, durante el foro “El consumo de psicoactivos en la conducción de vehículos motorizados: un factor de riesgo para los desplazamientos de nuestros niños, niñas y adolescentes”.

La funcionaria acotó que “En el 8,1% de todas las muertes violentas en menores de edad en lo que va del 2024 se tuvieron resultados positivos para sustancias en el organismo. Este es el número más alto en los últimos tes años; el consumo de estas sustancias se está disparando”.

Hay controles de alcoholemia, muy débiles en algunos municipios, pero funcionan. La pregunta es ¿Cómo puede la autoridad de tránsito establecer si el conductor del vehículo de transporte escolar, o de cualquier otro vehículo motorizado consumió sustancias psicoactivas?  Sobre este aspecto, Lucía Moreno, funcionaria de Medicina Legal, señala “se pueden hacer pruebas rápidas en saliva y nos podrían dar un análisis mucho más rápido y asertivo de que otras sustancias están consumiendo”

Diana María Montoya, de Medicina Legal, afirma que “Nos quedamos muy cortos frente a las herramientas para prevenir conducción en estado de embriaguez no alcohólica. Las normatividades se tienen que fortalecer.

Sandra Velásquez de la Contraloría General de la República, describe la poca importancia que tiene en la agenda pública el tema de la seguridad vial “Hay departamentos donde los siniestros viales superan los homicidios, lo mismo ocurre en 379 municipios. Es usual hablar de homicidios y del conflicto armado, pero la seguridad vial no es una prioridad para la sociedad”

Mención especial merece la Fundación Liga Contra la Violencia Vial, desde donde su directora, Mary Bottagisio afirma sin que le tiemble la voz “llevamos 20 años contando muertos. Sabemos qué día mueren, dónde, a qué hora, quiénes son, y no pasa nada. El diagnóstico ya lo tenemos. El común denominador para las muertes en las vías es que ocurren cuando hay anarquía en las vías: cuando no hay policía, no hay control, no hay juez de garantías”

Su mensaje sigue siendo, “Poner a los niños en el centro del debate de la política pública de seguridad vial ¿Por qué a los niños? Porque los derechos de los niños prevalecen sobre todos los derechos de cualquier otro ciudadano. Pero también porque la diferencia entre una sociedad civilizada y una comunidad de bárbaros es la capacidad que tenemos de proteger a los más vulnerables”.

Nota: Las intervenciones fueron tomadas durante el foro “El consumo de psicoactivos en la conducción de vehículos motorizados: un factor de riesgo para la seguridad de los desplazamientos de nuestros niños, niñas y adolescentes”.